“Quitando
éste, les levanto por rey a David, de quien dio también testimonio diciendo; he
hallado a David hijo de Isaí, varón
conforme a mi corazón, quien hará todo lo que Yo quiero. (Hechos 13:22)
Dios no hace acepción de personas, Él
no hizo grande al rey David para que el resto de nosotros nos sintiéramos como
unos fracasados. Por lo contrario, Dios nos da las mismas oportunidades y
bendiciones que les ofreció a hombres y mujeres a lo largo de la historia.
Entonces si es que es
así:
¿Por
qué obtuvo David esa distinción especial de parte de Dios?
¿Qué
lo distinguió de tantos otros hombres y mujeres piadosos?
Si nos ponemos a observar la vida de
David, no fue la obediencia la que le ganó tal posición delante de Dios. David
no fue más obediente que, por ejemplo, Moisés o los demás profetas, y si
realmente quieren a una persona intachable en obediencia, observemos a Daniel.
Elías y Eliseo experimentaron mayores
demostraciones del poder de Dios. Entonces:
¿Qué
hizo que David fuese la única persona a quien Dios llamó un hombre conforme a
su propio corazón?
- Lo que distinguió a
David como un hombre conforme al corazón de Dios fue su pasión incansable por descubrir y entender las emociones de Dios.
David era un verdadero adorador.
Jesús dijo: “Mas la hora viene, y
ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en
verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que adoren.” (Juan 4:23)
Adorar en espíritu es Adorar profundamente desde un corazón
totalmente abandonado a Dios y tal fue el caso del rey David.
El adorar, servir y amar de la forma
verdadera (a la manera de Dios) demanda algo más de lo que habitualmente
estamos acostumbrados a ver los domingos en la mañana o los viernes en la
noche. Adorar en realidad significa entender
la verdad acerca del corazón de Dios y de su personalidad.
Cuando Jesús dijo en “Juan 4:23” que
Dios busca adoradores, se estaba refiriendo al deseo tremendo, feroz y ardiente del corazón de su Padre. Ese
amor busca amantes que correspondan a su pasión, que entiendan su amor y que lo
adoren empapados en el deseo que Él tiene para nosotros.
Esto significa que a Dios le caemos bien y quiere disfrutar junto
con nosotros el placer de tener un encuentro espiritual con Él.
El Dios de la Gloria esta verdaderamente
enamorado de nosotros, aun con nuestras debilidades y fragilidad.
o
Dios
no es un viejo aburrido que va en pantuflas paseándose sin hacer nada por todo
el cielo sintiéndose constantemente enojado por los errores y pecados que a
diario cometemos.
La vida de David debería de darnos el
poder para decir: ¿Por qué yo no?, si el pudo vencer todos los fracasos y
derrotas, y seguir confiando en la tierna misericordia de Dios, ¡yo también
puedo!
“Todo lo
puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13)
David estaba comprometido a obedecer los mandamientos del corazón de Dios.
David era un hombre
tenaz, resuelto, y estaba sinceramente entregado en seguir los mandamientos de
Dios. Ese deseo ardiente cinceló y formó su corazón por muchos años, pero lejos
estaba de ser un modelo de obediencia. Pero en más de una ocasión David “lo
estropeo” todo, y algunas veces de forma grave; sin embargo, seguía siendo
un hombre conforme al corazón de Dios. ¡Esto debería darle un giro radical
a su corazón!
¿Qué nos enseña? Que no solo es la
obediencia lo que hace a un hombre conforme al corazón de Dios; también esta la postura o intención de su
corazón delante de Dios. Dios tomó en cuenta las intenciones sinceras del
corazón de David aun cuando sus mayores debilidades lo guiaron a tomar
decisiones erróneas. Dios nos ve de la misma maneta a ti y a mí, Nuestras sinceras intenciones son muy
importantes para Dios.
Dios no consideró a David
un “hipócrita” mientras el amor de el fue débil e inmaduro, ni tampoco nos ve a
nosotros como tales. Nuestra obtención de un amor maduro se logra en meses,
años y décadas, y el resultado de vera a su tiempo, cuando produzcamos frutos.
Las debilidades de David
fueron en ocasiones exhibidas delante de sus compatriotas, y aun escritas en la Biblia ; sin embargo, él tenía
la poca normal capacidad de permanecer confiado delante de Dios. Y de igual
manera hay que recalcar algo muy importante; David de negó a vivir con algo
menor que lo máximo que Dios le diera. Nunca
se permitió a si mismo sentirse descalificado por sus debilidades, si no que se
esforzó en GRAN manera por la liberación del poder de Dios durante su
generación.
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